Otra de las estrellas
de nuestra gastronomía andaluza. Uno de nuestros platos más tradicionales.
En cualquier casa de
Andalucía siempre se ha cocinado el
caldo del cocido desde tiempos inmemoriales.
Este caldo podemos
usarlo para una sopa de fideos, picatostes, jamón, arroz….
O simplemente un vaso
de este delicioso caldo calentito, con unas hojas de hierbabuena. Sirve para
levantar el ánimo del más decaído.
Tradicionalmente se
ha utilizado para reanimar a personas que estaban en baja forma por alguna
dolencia o enfermedad.
Ingredientes:
- Garbanzos (menos
que para un cocido con berza).
-Un trozo de carne de
cerdo o ternera.
- Un muslo de
gallina.
- Un trozo pequeño de
tocino fresco.
- Un trozo de tocino
añejo.
- Un hueso salado.
Preparación de la
receta:
Los garbanzos tenemos
que acordarnos de ponerlos en remojo en agua la noche anterior.
Por la mañana los
lavamos bien y quitamos si hay alguno dañado o picado.
En una olla (yo uso
la rápida), echamos un poco de agua, añadimos los garbanzos limpios.
La carne, el tocino,
el añejo y el hueso lo echamos también a la olla.
Añadimos sal al gusto
y dejamos hervir a fuego vivo.
Vamos retirando con
una paleta o espumadera, la espuma que se forma mientras hierve.
Dejamos que el caldo
se haga y se ponga blanco. Este proceso puede ser un poco lento.
Cuando el caldo ya
esta blanco y con buen aspecto, calculamos el líquido en la olla rápida,
teniendo en cuenta que consume muy poco.
Tapamos la olla y dejamos
hervir unos quince minutos.
En ese tiempo la carne y los garbanzos se habrán
terminado de poner tiernos.
Cuando la olla lo
permita, la abrimos y según tenga la olla de caldo, si queremos obtener más
cantidad, añadimos agua caliente y dejamos que hierva con la olla abierta otro
rato.
Dependiendo de la
calidad de los garbanzos, de la olla que uséis y de lo tierna que sea la carne,
los tiempos de cocción con la olla cerrada pueden variar.
Al servirlo, hay
varias opciones:
- Tomar en un vaso o
tazón como un consomé.
- En plato como una
rica sopa a la que podemos añadir lo que nos guste: picatostes, huevo duro,
jamón…
- El llamado por los
niños arroz blanco, es decir añadir un
poco de arroz al caldo.
- Sopa de fideos,
añadimos unos fideos de los más finos y también queda delicioso.
En una fuente o plato sacamos la típica pringa
(la carne y el tocino), y desechamos el añejo y el hueso.
Se puede comer con
tenedor o con sopas de pan, de esta ultima forma está deliciosa.
También podemos
trocearla pequeñita, congelarla y usarla posteriormente para añadirla a cualquiera de las sopas anteriores.
Si añadimos más
cantidad de pringa, podemos después trocearla pequeñita y usarla para hacer masa de croquetas.
Los garbanzos que no
usemos, podemos congelarlos y añadirlos otro día a cualquier sopa si hemos
conseguido que no se rompan después de tanto hervir para hacer el caldo.
Y hagamos el uso que
hagamos del caldo, nunca se nos debe olvidar añadir unas hojas de hierbabuena,
le da un toque exquisito.
Si lo tomamos en
consomé, también podemos añadirle un poco de vino o una yema de huevo.
Lo usemos como lo
usemos, el caldo siempre resultará un plato muy apetecible.
Espero os haya
resultado útil. Cualquier duda preguntad.
Tiempo de
elaboración: alto.
Dificultad: media.
SI TE HA GUSTADO COMPÁRTELO¡¡¡
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