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jueves, 14 de abril de 2016

Caldo del Cocido

Otra de las estrellas de nuestra gastronomía andaluza. Uno de nuestros platos más tradicionales.
En cualquier casa de Andalucía siempre se ha cocinado  el caldo del cocido desde tiempos inmemoriales.
Este caldo podemos usarlo para una sopa de fideos, picatostes, jamón, arroz….
O simplemente un vaso de este delicioso caldo calentito, con unas hojas de hierbabuena. Sirve para levantar el ánimo del más decaído.
Tradicionalmente se ha utilizado para reanimar a personas que estaban en baja forma por alguna dolencia o enfermedad.

Ingredientes:
- Garbanzos (menos que para un cocido con berza).
-Un trozo de carne de cerdo o ternera.
- Un muslo de gallina.
- Un trozo pequeño de tocino fresco.
- Un trozo de tocino añejo.
- Un hueso salado.

Preparación de la receta:
Los garbanzos tenemos que acordarnos de ponerlos en remojo en agua la noche anterior.

Por la mañana los lavamos bien y quitamos si hay alguno dañado o picado.

En una olla (yo uso la rápida), echamos un poco de agua, añadimos los garbanzos limpios.

La carne, el tocino, el añejo y el hueso lo echamos también a la olla.

Añadimos sal al gusto y dejamos hervir a fuego vivo.
Vamos retirando con una paleta o espumadera, la espuma que se forma mientras hierve.
Dejamos que el caldo se haga y se ponga blanco. Este proceso puede ser un poco lento.

Cuando el caldo ya esta blanco y con buen aspecto, calculamos el líquido en la olla rápida, teniendo en cuenta que consume muy poco.

Tapamos la olla y dejamos hervir unos quince minutos.

 En ese tiempo la carne y los garbanzos se habrán terminado de poner  tiernos.

Cuando la olla lo permita, la abrimos y según tenga la olla de caldo, si queremos obtener más cantidad, añadimos agua caliente y dejamos que hierva con la olla abierta otro rato.

Dependiendo de la calidad de los garbanzos, de la olla que uséis y de lo tierna que sea la carne, los tiempos de cocción con la olla cerrada pueden variar.

Al servirlo, hay varias opciones:

- Tomar en un vaso o tazón como un consomé.
- En plato como una rica sopa a la que podemos añadir lo que nos guste: picatostes, huevo duro, jamón…
- El llamado por los niños arroz blanco, es  decir añadir un poco de arroz al caldo.
- Sopa de fideos, añadimos unos fideos de los más finos y también queda delicioso.

 En una fuente o plato sacamos la típica pringa (la carne y el tocino), y desechamos el añejo y el hueso. 
Se puede comer con tenedor o con sopas de pan, de esta ultima forma está deliciosa.

También podemos trocearla pequeñita, congelarla y usarla posteriormente para  añadirla a cualquiera de las sopas anteriores.

Si añadimos más cantidad de pringa, podemos después trocearla pequeñita  y usarla para hacer masa de croquetas.

Los garbanzos que no usemos, podemos congelarlos y añadirlos otro día a cualquier sopa si hemos conseguido que no se rompan después de tanto hervir para hacer el caldo.

Y hagamos el uso que hagamos del caldo, nunca se nos debe olvidar añadir unas hojas de hierbabuena, le da un toque exquisito.

Si lo tomamos en consomé, también podemos añadirle un poco de vino o una yema de huevo.

Lo usemos como lo usemos, el caldo siempre resultará un plato muy apetecible.

Espero os haya resultado útil. Cualquier duda preguntad.
Tiempo de elaboración: alto.
Dificultad: media.

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