Un postre económico, fácil de hacer y muy antiguo en nuestra
gastronomía.
Por sus ingredientes naturales es bastante sano, el único
problema es el azúcar que engorda un
poquito más.
Resulta delicioso con las galletas María y el caramelo. Un
capricho de vez en cuando.
Ingredientes:
- 6 huevos.
-8 cucharadas de azúcar (me quedo un poco corta para hacerlo
más light, pero la receta dice dos
cucharadas por cada huevo).
- 1/2 litro de leche.
- Unas ocho galletas
María.
- Caramelo (también
podemos hacerlo nosotros).
Preparación de la
receta:
Esta receta necesita
muy poca elaboración.
En el vaso de la batidora añadimos los huevos, el azúcar, la leche
y las galletas.
Batimos muy bien para
que no queden grumos.
Vamos a cocer el flan al baño María, yo lo hago en la olla, pero
también podemos hacerlo al horno.
En una olla grande
colocamos 3/4 cm de agua.
En el molde en el que vayamos a hacer el flan, ponemos caramelo
en el fondo procurando que manche todo el molde, y echamos la
mezcla que hemos
hecho anteriormente.
El caramelo lo haremos con dos cucharadas de azúcar y un poco
de agua a fuego medio.
Primero ponemos el azúcar y no removemos al principio hasta
que se empiecen a formar burbujas y el azúcar cambie de color.
Entonces
removemos mezclando con una cuchara de madera.
Apartamos y seguimos removiendo hasta que coja color miel
tostada. Entonces añadimos unas gotas de limón que le darán
brillo al caramelo
y evitaran que se cristalice.
Debemos procurar que no se queme, porque en ese caso
amargaría.
Igual que el flan de huevo, vamos a cocerlo al baño María.
Lo hacemos en el horno o una cacerola amplia al fuego durante
20/30 minutos o el tiempo necesario hasta que el flan este
cuajado. Metemos el molde dentro de la olla y la ponemos a fuego
lento.
Tapamos con una tapa desde el principio para que el flan cuaje
más rápido.
Podemos hacer una prueba pinchando el flan con algún utensilio
como un cuchillo, por ejemplo, si sale limpio el cuchillo, el flan
está ya hecho, si sale mojado es que aun no está terminado del
todo.
Retiramos del fuego y cuando el molde se enfrié, desmoldamos
sin que se rompa y colocamos en un plato.
Para desmoldarlo, pasamos un cuchillo por los bordes laterales
del flan y le damos la vuelta sobre el plato en el que vamos a
servirlo.
Al salir del horno, nos dará la impresión de que el flan este
blando, pero después con el frío coge textura y se espesa.
Cuando el flan se haya enfriado, lo colocamos en el frigorífico, ya
que este postre se come
frio.
El resultado un
postre riquísimo.
Espero os haya resultado útil. Cualquier duda preguntad.
Tiempo de
elaboración: bajo.
Dificultad: baja.
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